#Fatima100Años

Fátima en una visión de conjunto

Plinio Corrêa de Oliveira

Este articulo de Plino Corrêa de Oliveira fue publicado en mayo de 1967, en el cincuentenario de la primera aparición de la Santí­sima Virgen en Fátima. Llegados ahora al Centenario del que fue sin duda el mayor acontecimiento del siglo XX, el texto conserva una actualidad en todo correspondiente a la del Mensaje que la Madre de Dios dio a conocer al mundo.

Tal vez les parezca útil a los lectores un análisis sucinto de los múltiples aspectos que las importantes manifestaciones de la Santí­sima Virgen en Fátima contienen.

Presupuestos y lí­neas generales de las apariciones

1 - Para entender el conjunto de visiones y comunicaciones con que Lucí­a, Francisco y Jacinta fueron favorecidos, hay que tener en cuenta, ante todo, la doctrina católica sobre la comunión de los santos. Las oraciones y méritos de una persona pueden beneficiar a otra. De este modo, es lógico que las oraciones, los sacrificios y el holocausto de la propia vida ofrecidos por los tres niños, máxime después de beneficiados espiritualmente por las apariciones de la Reina de todos los Santos, pueden aprovechar a un gran número de almas e incluso a naciones enteras.

Nuestra Señora vino, pues, a solicitar oraciones y sacrificios a los tres. A Jacinta y Francisco les pidió también el holocausto de la vida, ofreciéndose como ví­ctimas expiatorias por los pecados de los hombres. A Lucí­a le pidió que se quedara en este mundo para el cumplimiento de una misión de la cual hablaremos más adelante.

* La mediación universal de Marí­a Santí­sima

2 - Otra noción preliminar para la comprensión de los acontecimientos de Fátima es la de la mediación universal de Marí­a Santí­sima. Ella actúa como Medianera suprema y necesaria -por libre voluntad de Dios- entre el Redentor ofendido y la humanidad pecadora. Por otro lado, es Medianera siempre oí­da y, como tal, ejerce una verdadera dirección sobre los acontecimientos. Es Medianera regia, que será glorificada con la victoria de su Corazón maternal, que será la más alta expresión de la victoria del propio Dios.

* En Fátima, Nuestra Señora no habló solo para Portugal, sino para el mundo entero

Las revelaciones de Fátima van más allá de todo cuanto la Providencia ha dicho a los hombres en la inminencia de las grandes borrascas de la Historia.

3 - Hablando a los pequeños pastores, nuestra Señora quiso hablar al mundo entero, exhortando a todos los hombres a la oración, a la penitencia y a la enmienda de vida. De modo especial habló al Papa y a la Sagrada Jerarquí­a, pidiéndoles la consagración de Rusia a su Corazón Purí­simo.

* La situación altamente calamitosa del mundo en nuestros dí­as

4 - La Madre de Dios hizo estos pedidos en vista de la situación religiosa en que se encontraba el mundo en la época de las apariciones, es decir, en 1917.

Nuestra Señora señaló dicha situación como altamente calamitosa. La impiedad y la impureza habí­an dominado la tierra a tal punto que para castigar a los hombres habí­a estallado una verdadera hecatombe, que fue la Primera Guerra Mundial. Esa conflagración terminarí­a en breve y los pecadores tendrí­an tiempo para corregirse, atendiendo el pedido de Fátima.

Si ese pedido fuese oí­do, la humanidad conocerí­a la paz. En caso de que no fuese oí­do, vendrí­a otra guerra aun más terrible.

Y, en caso de que el mundo continuase sordo a la voz de su Reina, una suprema hecatombe de raí­z ideológica y de proporción universal, implicando una grave persecución religiosa, afligirí­a a todos los hombres, trayendo grandes sufrimientos para el Romano Pontí­fice: Rusia esparcirá sus errores por el mundo, promoviendo guerras y personas contra la Iglesia... El Santo Padre tendrá mucho que sufrir.

* Después de una suprema hecatombe de raí­z ideológica y de proporción universal, vendrá el Reino de Marí­a

5 - Quebrada así­, a lo largo de toda una cadena de calamidades, la dura cerviz de la humanidad contemporánea, habrá una gran conversión de almas. Esa conversión será especí­ficamente una victoria del Corazón Purí­simo de la Madre de Dios: «Por fin mi Inmaculado Corazón triunfará...» Será el reinado de Marí­a sobre los hombres.

* La meditación de los tormentos eternos es eficaz y adecuada para los hombres de este siglo

6 - Con la intención de incitar más eficazmente a la humanidad a acoger ese mensaje, Nuestra Señora hizo ver a sus tres confidentes las almas condenadas al infierno; cuadro trágico descrito por ellos de modo admirable, y apropiado para reconducir a la virtud a los pecadores endurecidos. Esa visión lúgubre muestra bien como se equivocan profundamente quienes afirman que es inadecuada para los hombres de este siglo la meditación sobre los tormentos eternos.

* Pruebas de la autenticidad del mensaje de Fátima

7 - Con el fin de probar la realidad de las apariciones, y por lo tanto la autenticidad del mensaje, la Virgen dispuso tres tipos de acontecimientos:

a) La afluencia de una gran número de espectadores en el momento en que Ella hablaba a los videntes. Aunque sólo ellos fuesen los destinatarios inmediatos del mensaje, los circunstantes, haciendo uso de la penetración psicológica común, podí­an cerciorarse de que los tres niños no mentí­an ni eran objeto de una ilusión al afirmar que estaban en contacto con Nuestra Señora, sino que realmente oí­an y hablaban con un ser invisible para los demás.

Ciudad devastada en la Segunda Guerra Mundial.

b) El prodigio de las transformaciones cromáticas y de los movimientos del sol. Ese prodigio se hizo ver en una zona mucho mayor que el lugar de las apariciones, a punto de no poder ser explicado por un fenómeno de sugestión colectiva (sumamente difí­cil de ocurrir, dicho sea de paso, con las 50 a 70 mil personas que se hallaban en Cova da Irí­a)

c) Se confirmó la profecí­a de que poco después de las apariciones de Fátima la Primera Guerra Mundial acabarí­a; como se confirmó también la profecí­a -de que, no enmendándose la humanidad, otra guerra mundial estallarí­a. La luz extraordinaria que iluminó los cielos de Europa antes de la segunda conflagración fue un hecho observado en varios paí­ses y universalmente conocido. La Señora habí­a prevenido a los videntes de que esa serí­a la señal del castigo inminente. Y el castigo vino enseguida.

d) La previsión del castigo supremo, que es la difusión del comunismo, comenzó a realizarse poco después de las apariciones. Es importante notar que la Santí­sima Virgen anunció que Rusia esparcirí­a sus errores por el mundo. Pero cuando esa profecí­a fue hecha -13 dejulio de 1917-, la expresión era más o menos ininteligible.

En efecto, el zarismo apenas acababa de caer, siendo substituido por el régimen burgués de Kerensky, y no se podí­a saber cuáles serí­an esos errores rusos, pues es evidente que no se trataba de la difusión de la religión greco-cismática, momificada y privada de toda fuerza de expansión. De este modo, la ascensión de los marxistas al poder en la infeliz Rusia, en el mes de noviembre de 1917, fue, sin duda alguna, el elocuente comienzo de la confirmación de la profecí­a.

Enseguida, el Partido Comunista ruso inició la propagación mundial de sus errores, lo que acentuó todaví­a más la coincidencia entre lo que la Virgen habí­a anunciado y el curso de los acontecimientos.

Después de la Segunda Guerra Mundial, la expansión comunista se acentuó mucho más aún, porque numerosas naciones, subyugadas mediante el fraude y la fuerza, cayeron bajo el dominio soviético. Rusia se convirtió así­ en un peligro mundial.

Las dos familias de almas del mundo contemporáneo

Ante estas afirmaciones de grandeza apocalí­ptica cabe hacer una observación. El mundo de hoy se va dividiendo cada vez más en dos familias de almas. Una de ellas considera que la humanidad es presa de una cadena de errores y de iniquidades que comenzaron en la esfera religiosa y cultural con el humanismo, el Renacimiento y la Pseudo-Reforma protestante. Dichos errores se agravaron con el iluminismo y el racionalismo, y culminaron en la esfera polí­tica con la Revolución Francesa. Del terreno polí­tico pasaron al campo social y económico, en el siglo XIX, con el socialismo utópico y con el socialismo llamado cientí­fico. Con el advenimiento del comunismo en Rusia comenzó a verificarse la transposición, incipiente pero maciza de todo ese montón de errores al orden concreto de los hechos, naciendo de ahí­ el imperio comunista, moloch que iba desde el corazón de Alemania hasta Vietnam. Al mismo tiempo, sobre todo a partir de la Primera Guerra Mundial, la moralidad comenzó a declinar con rapidez espantosa en Occidente, preparándolo para la capitulación ante la más audaz expresión doctrinal e institucional de la amoralidad, que es el comunismo (ya sea bajo la forma de capitalismo de Estado -hoy aparentemente en ví­as de extinción- ya sea bajo la nueva y ladina versión autogestionaria).

El recuerdo de la devastación causada por la Segunda Guerra Mundial atormenta al hombre moderno ante la perspectiva de un tercer conflicto universal.

Para las incontables almas de todos los estados y condiciones de vida y naciones, que comparten este modo de pensar, el mensaje de Fátima es de lo más coherente que hay con la doctrina católica y con la realidad de los hechos.

Existe también otra familia de almas, para la cual los problemas del mundo contemporáneo tienen poca o ninguna relación con la inmoralidad y la impiedad (considerada como un desví­o culpable de la inteligencia). Nacen ellos exclusivamente de equí­vocos involuntarios que una buena difusión doctrinal y un conocimiento objetivo de la realidad pueden disipar. Esos equí­vocos resultan, además, de carencias económicas; son hijos del hambre, que desaparecerán cuando en el mundo no haya más hambre, y no antes que eso.

Con el auxilio de la ciencia y de la técnica, la crisis de la humanidad se resolverá. Más aún, no teniendo el factor culpa como fondo de cuadro de las catástrofes y de los peligros en medio de los cuales nos debatimos, la noción de un castigo universal se vuelve incomprensible. Tanto más cuanto que para esta familia de al mas el comunismo no es intrí­nsecamente malo, y con él son posibles acomodaciones que eviten persecuciones incómodas.

Por amor a la brevedad, esta descripción de las dos familias de almas esquematiza un tanto el panorama. Entre una y otra hay muchas gamas. No es nuestra intención retratarlas aquí­. Las corrientes intermedias tendrán mayor o menor facilidad para comprender el mensaje de Fátima, según estén más próximas a un polo o al otro. Fátima es pues, en ese sentido, un verdadero divisor de aguas para las mentalidades contemporáneas.

De todas formas, con excepción de la parte mantenida aún en secreto, los pedidos, las amonestaciones y las profecí­as de Cova da Irí­a (todos con mero carácter de revelaciones particulares, es verdad ...) están lanzados y se van confirmando ampliamente. A los escépticos les decimos: Qui vivra verra... (Quien viva lo verá ...).

No se ha correspondido al Mensaje de Fátima

¿Se cumplirán los acontecimientos previstos en Fátima que aún no se han realizado? Eso es lo que la humanidad contemporánea se pregunta. En principio no hay cómo dudar de ello, pues una parte de las profecí­as ya se ha realizado con impresionante precisión, lo que prueba su carácter sobrenatural. Y, probado ese carácter, no se puede poner en duda que el mensaje celestial se cumpla hasta el fin.

Pero, alguien podrí­a objetar que las profecí­as del 13 de julio de 1917 tienen un cariz condicional. Ellas se realizarán en el caso de que el Papa y los Obispos (en unión con él) no hagan la consagración de Rusia y del mundo al Inmaculado Corazón de Marí­a.

En Cova da Irí­a Nuestra Señora formuló dos condiciones, ambas indispensables para que se aparten los castigos con los que Ella nos amenazó.

Una de esas condiciones era la consagración. Digamos que haya sido realizada según el pedido de la Santí­sima Virgen. Falta la segunda condición: la divulgación de la práctica de la comunión reparadora de los cinco primeros sábados. Nos parece evidente que esa devoción no se ha propagado hasta hoy por todo el orbe católico en la medida deseada por la Madre de Dios.

Y hay aún otra condición, implí­cita en el mensaje, pero también indispensable: es la victoria del mundo sobre las mil formas de impiedad y de impureza que lo vienen dominando. Todo indica que esa victoria no ha sido alcanzada y que, por el contrario, nos acercamos cada vez más al paroxismo en esa materia. Así­, un cambio de rumbo de la humanidad se va haciendo cada vez más improbable; y a medida que caminamos hacia ese paroxismo, más probables se hacen los castigos...
Los tres pastorcitos

Fotografía de los tres pastorcitos poco despuésde la visión del infierno.

Cabe hacer aquí­ una observación. Y es que, de no verse las cosas así­, el mensaje de Fátima serí­a absurdo. Pues si Nuestra Señora afirmó en 1917 que los pecados del mundo habí­an llegado a un tal grado que clamaban por el castigo de Dios, no parece lógico creer en el presente que ese castigo no venga, después que esos pecados han continuado creciendo desde 1917 hasta nuestros dí­as y el mundo se ha rehusado, obstinadamente y hasta el fin, a hacer caso a lo que fue dicho en Fátima. Serí­a lo mismo que si Ní­nive no hubiese hecho penitencia y a pesar de eso las amenazas del profeta no se hubiesen realizado.

Más aún, la misma consagración pedida por Nuestra Señora no tendrá el efecto de apartar el castigo, si el género humano sigue aferrándose cada vez más a la impiedad y al pecado, pues mientras eso sea así­, la consagración estarí­a como que incompleta y desprovista de contenido real.

En resumen, puesto que no se operó en el mundo la inmensa transformación espiritual pedida en Cova da Irí­a, vamos caminando cada vez más hacia el abismo. Y, a medida que caminamos, esa transformación se va haciendo más improbable.

Los resplandores sacrales de la aurora del Reino de Marí­a

Al concluir estas reflexiones, conviene que nuestro espí­ritu se detenga en la consideración de las últimas perspectivas del mensaje de Fátima. Más allá de la tristeza y de los castigos sumamente probables hacia los cuales caminamos, nos esperan los resplandores sacrales de la aurora del Reino de Marí­a: Por fin mi Inmaculado Corazón triunfará. Es la perspectiva grandiosa de la victoria universal del corazón regio y materno de la Santí­sima Virgen. Es una promesa tranquilizante, atrayente y, sobre todo, majestuosa y entusiasta.

Para evitar el castigo en la escasa medida en que es evitable; para obtener la conversión de los hombres en la modesta medida en que, según la economí­a común de la gracia, ella es aún obtenible antes del castigo; para apresurar cuanto sea posible la aurora bendita del Reino de Marí­a; y para ayudamos a caminar en medio de las hecatombes que tan gravemente nos amenazan, ¿qué podemos hacer? Nuestra Señora nos lo indica: que nos enfervoricemos en la devoción a Ella, en la oración y en la penitencia.

Para estimulamos a rezar, en la última aparición Nuestra Señora se revistió sucesivamente de los atributos propios de las advocaciones de Reina del Santo Rosario, de Madre Dolorosa y de Nuestra Señora del Carmen, indicándonos cuán grato le es ser conocida, amada y venerada así­.

Igualmente, la Virgen de Fátima insistió de modo muy especial en la devoción a su Inmaculado Corazón. Ella se refirió siete veces a su Corazón en sus mensajes (y Nuestro Señor, nueve).

Así­, el valor teológico de la devoción al Inmaculado Corazón de Marí­a, por lo demás ya tan comprobado, encuentra en Fátima una impresionante corroboración. Por otro lado, la insistencia de la Santí­sima Virgen prueba hasta la saciedad que esa devoción es eminentí­simamente oportuna.

Por lo tanto, quien toma en serio las revelaciones de Fátima debe hacer de la devoción al Corazón Purí­simo de Marí­a uno de los más altos objetivos de la verdadera piedad.





*Extraí­do de "Catolicismo", nº 197, mayo de 1967.







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Mensajes

  • Entre los aspectos aun no exolicitados del III Secreto de Fatima la Santisima Virgen Marua dijo que a pesar de los errores de Rusia, las persecusiones, las guerras en Portugal no se extinguiria la Fe.
    En otros terminos donde haya mas espiritualidad mariana se resistira mas eficazmente a la Revolucion.
    Pero hay algo que percibo: Brasil y Portugal por su historia, tradiciones, lenguaje y Fe forman una unidad y en esa unidad ha florecido la TFP, en Brasil, y su irradiacion universal surgida de la devocion Mariana.

  • Indepentientemente de que hubiese un IV o una segunda parte del tercer secreto de Fatima y de sus explicaciones oficiales por la Santa Sede, surge lo evidente:
    1. El Obispo vestido de blanco ademas de Juan Paulo II seran los sucesivos Romano Pontifices .
    2. Los martires los que existieron, existen y existiran desde el justo Abel al juicio final.
    3. Las armas por las cuales son martirizados son las fisicas y las IN morales de la Revolucion y por lo mismo del comunismo, sus antecedentes y consecuencias.Sobre todo los errores contrarios a la ley natural y a la Revelacion: a la Tradicion, a la familia y a la vida y a los medios para promover sus valores, La Propiedad:Armonia libertad- solidaridad (Igualdad no igualitarista) y en la freternidad derivada de Dios. " En Portugal no perecera la Fe ",

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