IDEOLOGÍA REVOLUCIONARIA ENCUBIERTA

“La Perricholi”, caviares y anarquía

Varias veces nos hemos referido a la revolución cultural, heredera del comunismo en el designio de llevar la sociedad contemporánea hacia la anarquía completa, soñada por Marx, Gramsci, Marcuse y congéneres.

Para desarrollarse sin obstáculos, esa revolución al principio buscó encubrir su carácter ideológico y avanzar por la vía de los hechos consumados: una nueva moda, un nuevo estilo de “arte”, una nueva forma de seudo-música cacofónica, etc., que iban surgiendo con apariencia de fenómenos espontáneos y no provocados. Pero ahora esa faz anticristiana se va desenmascarando, como lo demostró la reciente polémica sobre la serie televisiva “La Perricholi”.

Antecedentes: el copamiento revolucionario de los medios

La controversia se relaciona con el hecho indiscutible de que los agentes de la revolución cultural prácticamente han copado el campo de la publicidad y el espectáculo. Enquistados en la mayoría de los grandes medios impresos y audiovisuales, desde allí se permiten excitar la morbosidad colectiva esparciendo a manos llenas amoralidad, perversión, degradación... Pero naturalmente, a medida que avanzan en su propósito van despertando un rechazo cada vez mayor de la parte sana del público.

Por ejemplo, un amigo nos decía que más que llamar telebasura a ciertos shows y telenovelas peruanas debería llamárselos telecloaca, porque de la basura todavía pueden aprovecharse cosas que sirvan... Otra lectora nos contó que decidió cancelar su suscripción a un importante matutino limeño, porque “ya no se puede leer en una casa de familia”. A todo momento recogemos repercusiones similares, mucho más extendidas de lo que parece a primera vista, pero que raramente salen del ámbito individual.

Contra argumentos sólidos, insultos y omisión cínica

Hasta que sorpresivamente, a comienzos de noviembre el canal que emitía la serie televisiva La Perricholi fue multado por el Comité de Ética de la Sociedad Nacional de Radio y Televisión (SNRTV) por haber mostrado durante el horario de protección al menor escenas de contenido fuertemente inmoral, que transgredían las normas propias de ese horario.

La sanción vino después que la Asociación Valores Humanos presentara al ente televisivo una denuncia formal contra dicha serie. Aparte de la multa, el canal fue obligado a anticipar la finalización de la misma, recortando escenas de nudismo y homosexualidad previstas para los últimos capítulos.

Esto desató las iras del guionista Eduardo Adrianzén y del productor Michel Gómez. Lo curioso es que, pasando olímpicamente por alto el hecho de que su telenovela había incurrido en una clara transgresión a las normas, y sin disculparse por ello, se lanzaron a atacar a la asociación Valores Humanos llamándola “grupo fundamentalista”, “fascistas”, “pseudocatólicos”, “inquisición”, “viejas cucufatas” de “doble moral”, y otros epítetos vacíos que, como es habitual entre izquierdistas y anticatólicos, hacen las veces de argumentos. Ese es el triste nivel “intelectual” de las izquierdas criollas...

Valores Humanos respondió con un sobrio y bien fundamentado comunicado, recordando que su queja a la SNRTV se había debido a que los contenidos de la serie no respetaban el horario de protección a la niñez. Y resaltó además que la Constitución peruana señala que “los medios de comunicación social deben colaborar con el Estado en la educación y en la formación moral y cultural”.

El extremismo ideológico “caviar” muesta su cara

Lo irónico del caso es que el Sr. Adrianzén acusó a sus denunciantes de no haber actuado por las razones que éstos alegaron en su queja —el incumplimiento del horario familiar establecido en la Ley de Radio y Televisión—, sino por motivos “políticos e ideológicos”: lo estarían persiguiendo por ser un“liberal de centro izquierda y caviar, a mucha honra [1].

Aparte de que no sabemos qué puede tener de “honroso” ser un izquierdista caviar —pues izquierda y honor son términos antagónicos—, lo cierto es que quien actuó en el caso por motivos ideológicos fue el propio Adrianzén, y no los que reclamaron contra La Perricholi. Esto queda claro al ver que ante los suyos el guionista se presenta como un extremista ideológico, amoral y adepto del libertinaje sexual. En Twitter sostuvo que la cuestionada serie contiene un discurso televisivo que reivindica el sexo libre como derecho y placer”, y que fue por eso que se lo consideró “obsceno y subversivo” [2] .

Ahora bien, si su intención era hacer apología del “sexo libre como derecho”, ¿qué diferencia hay entre ese libertinaje y la completa anarquía sexual, meta final del comunismo? ¿Ya imaginó el lector adónde nos llevaría esta posición ideológica, y qué sobraría de la familia y de la sociedad si todo el mundo se entregase al “sexo libre como derecho y placer”?

* * *

La lección que nos deja el episodio es muy simple: cuando usted, estimado lector, se sienta tentado a ver un show televisivo o telenovela peruanos, recuerde que las escenas del mismo estarán inoculándole una ideología anárquica encubierta. Y por favor, piense en el futuro de su familia...

Es lo que con seguridad le recomendaría una convertida limeña, que vivió treinta años como fervorosa penitente, llevó el hábito de Terciaria carmelita y entregó su alma a Dios de manera edificante. Su nombre: Micaela Villegas, alias “La Perricholi” (la verdadera, y no la inventada por el sr. Adrianzén...).











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Mensajes

  • Excelente artículo que resume el ataque ideológico contra la moral. Gracias amigos!

  • Muchas gracias por tan buena ilustración. Hay personalidades que con un cúmulo de referencias y saber nos ponen en bandeja las ideas argumentadas y demostradas, que nos ayudan a analizarlas para tomar un camino debido en esta vida.

  • Ultimamente la televisión peruana se ha llenado de basura, Michel Gomez debería regresar a su país y su serie "La Perricholi" debería ser sacada del aire.

  • Entré al Face de Eduardo Adrianzén y están que se rasgan las vestiduras con este artículo. Pero todo es puro epíteto: que la ultraderecha, que los cucufatos, que cómo se atreven; ni el propio Adrianzén da algún argumento en su defensa, no refutan nada de lo que el artículo dice. Por ejemplo, sería interesante un debate en que se discuta si la revolución cultural es o no es el marxismo en las costumbres, si ciertas escenas de la novela constituyen o no una infracción a la ley de de radio y televisión, por haber sido pasadas en el horario de protección al menor; si reivindicar el sexo libre es o no anarquía sexual, etc. ¡NADA! Parece que los caviares se quedaron sin argumentos y sólo son buenos para insultar a los no piensan como ellos... y para "solidarizarse" con los suyos cuando los ampayan. Da risa verlos.

  • La television como medio de comunicacion debe tener la terea de levantar el nivel cultural,de educar,de promover buenas costumbres y valores .....de ser posible acercarnos a Dios.
    Porque en la television peruana hay tanta basura,porque el pueblo peruano permite,que los corruptos los inmorales,los que no creen en nada y en nadie,los que no respetan a nadie les llenen ese medio tan importante de difusion,... de basura.
    Es hora pueblo peruano de darnos cuenta que asi no se llega al objetivo que todo buen peruano desea para su patria, el de salir de la mediocridad,del atraso moral , economico social es decir del subdesarrollo.....hasta cuando.
    Les recuerdo sobre todo a los jovenes busquen a Dios,caminen como a Dios le agrada en ese camino alli esta el bien y la bendicion.

  • ¿No caemos en un exceso (por decir lo menos) cuando la inmoralidad la asociamos a determinada ideología política?
    Porque así se lee el planteamiento de este artículo ¿no?
    ¿Solo los que partidarios de ideologías marxistas o socialistas son inmorales?
    Entiendo que la ideología marxista es contraria a la doctrina católica, pero ¿porqué sostienen que también lo es el socialismo? ¿Acaso no existe el socialcristianismo, como el del PPC por ejemplo?

    • Estimado amigo, apreciamos su pregunta. Es claro que la inmoralidad no está asociada "a determinada ideología política", como Ud. dice, pero es igualmente claro que la ideología socialista sí adopta la inmoralidad sexual como bandera.

      Como muestra, vea lo que los partidos socialistas han hecho en países de Europa en materia de legislación abortista, pro-homosexual, eutanásica, etc. El Partido Socialista Francés, por ejemplo, en 1976 publicó la obra "Liberté. libertés", definido como una "Carta de las Libertades", elaborado por un comité ad hoc de 55 notables dirigido por Robert Badinter, y prefaciado por François Mitterrand. El texto es tan extremista en materia sexual que, por ejemplo, proclama la libertad sexual irrestricta: cada persona tendría el "derecho" de practicar el acto sexual "cuando quiera, como quiera, donde quiera, con quien quiera", sin restricción de sexo o edad, con la única condición del "libre consentimiento" de la otra parte (como si no hubiera mil formas de inducción). En esto no hay ninguna diferencia doctrinal entre socialistas y comunistas: ambos tiene como meta una especie de colectivismo sexual.

      Evidentemente el peruano de a pie ignora esto, pero usted puede tener certeza de que cuando tratamos un tema como este lo hacemos con perfecto conocimiento de causa.

    • Yo añado otro punto. En la encíclica Quadragessimo Anno (que fácilmente se encuentra en Internet), Pío XI analiza con cuidado el tema del comunismo, el socialismo y si es aceptable o no por los católicos, y concluye:
      "120. Aun cuando el socialismo, como todos los errores, tiene en sí algo de verdadero (cosa que jamás han negado los Sumos Pontífices), se funda sobre una doctrina de la sociedad humana propia suya, opuesta al verdadero cristianismo. Socialismo religioso, socialismo cristiano, implican términos contradictorios: nadie puede ser a la vez buen católico y verdadero socialista".
      Sin embargo, desde mediados del siglo XX se promovió en los círculos católicos la creencia de que León XIII había creado el "socialismo cristiano" (desafío a alguien a que encuentre esa idea en el Pontífice). Y hasta circuló mucho la frase "Cristo fue el primer comunista".
      Además, se desarrollaron partidos políticos que decían basarse en la doctrina social de la Iglesia. El problema es que no todos basaban sus acciones estrictamente en aquellos principios. En muchos países los partidos demócrata cristianos fueron promotores entusiastas del debilitamiento de la propiedad privada y de las expropiaciones masivas, durante los 60 y 70.

  • Por más que se analice con lupa, no encontrará qué hay de verdad en el socialismo.
    Su premisa fundamental es de por sí una manipulación grosera ("A cada quien según sus capacidades; a cada quien según sus necesidades").
    ¿Quién determina mis capacidades? ¿Quién determina mis necesidades? ¿El Estado? El Estado son unos funcionarios con poder recibido de la institución, no de la naturaleza, que a su arbitrio dirán de cuánto soy capaz, cuál es mi necesidad. Y mientras tanto, ellos recibirán más, pues ellos tendrán más capacidades y más necesidades. Fascismo puro y duro.

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