El mito de la paz con las FARC, una verdadera defección
28 de septiembre de 2014, 08:54, por Eme Zea
La foto del artÃculo es muy afortunada. Representa, ni más ni menos, la personalidad cÃnica de este individuo narcisista, cuya única ambición es figurar en las páginas de la historia como el presidente de la paz.
No importa que haya que ejercer sobre los ciudadanos una de las más detestables formas de presión para que voten Sà a los convenios de Cuba, según los cuales las farc se adueñan del paÃs y se les facilita imponer su polÃtica comunista: nosotros los cabecillas nos enriquecemos fabulosamente, a los demás colombianos los despojamos de todo con el discurso de que los bienes son colectivos, y obtendremos el apoyo de la clase pobre, que es la más numerosa.
La referida estrategia detestable de presión consiste en que los asesinos narcoterroristas continúen con sus atroces actos criminales, para que el público crea que, si apoyan lo acordado en Cuba, estos actos no ocurrirán jamás.
La foto del artÃculo es muy afortunada. Representa, ni más ni menos, la personalidad cÃnica de este individuo narcisista, cuya única ambición es figurar en las páginas de la historia como el presidente de la paz.
No importa que haya que ejercer sobre los ciudadanos una de las más detestables formas de presión para que voten Sà a los convenios de Cuba, según los cuales las farc se adueñan del paÃs y se les facilita imponer su polÃtica comunista: nosotros los cabecillas nos enriquecemos fabulosamente, a los demás colombianos los despojamos de todo con el discurso de que los bienes son colectivos, y obtendremos el apoyo de la clase pobre, que es la más numerosa.
La referida estrategia detestable de presión consiste en que los asesinos narcoterroristas continúen con sus atroces actos criminales, para que el público crea que, si apoyan lo acordado en Cuba, estos actos no ocurrirán jamás.