Imágenes de la Santísima Virgen milagrosamente salvadas de las tempestades en los EE. UU.
Las tempestades que asolaron este año la costa este de los EE.UU. causaron ingentes daños materiales y también numerosas pérdidas de vidas.
No obstante, la inmensa capacidad destructiva de esos fenómenos naturales nada fue, frente a otro poder incomparablemente mayor: el de la Santísima Virgen.
Es lo que sostienen los habitantes de la ciudad de Dover, en el estado de Nueva Jersey, alcanzada por una inesperada tempestad en la noche de nueve al diez de junio de este año.
Ellos pudieron contemplar, atónitos, cómo un colosal árbol se rajó y cayó, sin causar siquiera un rasguño a una imagen de Nuestra Señora que se encontraba debajo de él. Un vídeo producido por la NBC (pulse aquí para ver el video) exhibe de diversos ángulos la imagen de la Virgen y el grado de peligrosidad del inmenso árbol caído.
La tempestad damnificó residencias y carros en el barrio, pero la familia dueña de la imagen está segura de que la Virgen salvó sus vidas, pues si el árbol hubiese caído sobre la casa, esta habría sido aplastada.
Su dueño, James Janone, no podía creerlo viendo el árbol derribado en su jardín. Todo fue arrastrado en la caída, pero la imagen quedó incólume.
“Es curioso – decía el técnico electricista Mike, mientras reparaba los cables de la calle –, este árbol debería haber caído de cualquier forma, pero lo hizo del lado exacto para no damnificar a Nuestra Señora”.
Los vecinos se reunieron en el lugar y afirmaban que fue algo totalmente fuera de lo común. “Fue un milagro”, insistía el vecino Ed Soto. Soto contó que había ayudado a colocar la imagen en aquel local hace cinco años, para ayudar a un amigo a abandonar el vicio de la droga. “Si el árbol hubiese caído de otro modo, habría destruido la casa”, dijo. Los vecinos Jeff y Patti Taylor no creen en milagros, y tal vez ni siquiera sean católicos, pero, impresionados, decían: “Hay alguien que nos está protegiendo allá arriba”.
El infernal incendio que nada pudo contra Nuestra Señora de las Gracias
Mucho más trágico aún fue el caso verificado en el barrio de Breezy Point, en el populoso distrito de Queens, periferia de Nueva York,
después del paso de la super-tempestad “Sandy” el 29 de
octubre. El ciclón alcanzó la ciudad de Nueva York y la
costa este de los EE.UU., causando al menos 80 muertes y daños
materiales estimados en más de 40 mil millones de dólares. Estos
datos aún están siendo revisados, lamentablemente, para más.
Después de un diluvio de agua, y de vientos de más de 130 km/h, se desató un voraz incendio—provocado probablemente por la rotura de una tubería de gas— que transformó el barrio en una imagen del infierno.Sobrecargados de tareas, los bomberos no conseguían alcanzar las manzanas afectadas por las llamas. Pues, paradójicamente, en ese ambiente dantesco las calles estaban enteramente inundadas. El devastador incendio rugió toda la noche y redujo a cenizas más de ciento diez casas. Todo se derrumbó. Al amanecer, el espectáculo era el de una ciudad bombardeada, quizás por una bomba atómica. ¡Parecía Hiroshima! Pero allí, trágicamente sola, intacta y apenas oscurecida por las llamaradas, por delante de lo que fuera una casa de la cual se pueden discernir los cimientos, quedó una imagen de Nuestra Señora de las Gracias. Las noticias no mencionan lo sucedido con los habitantes.
Una lección de confianza
¿Qué pensar de estos hechos?
Podrán aún suceder muchas cosas extremamente graves, en el mundo y en nuestras vidas. De ello Nuestra Señora habló abundantemente en La Salette y en Fátima.
Pero la Santísima Virgen es la Reina junto a la cual nada debemos temer, si permanecemos unidos a Ella.
No sólo físicamente, colocando su imagen en el hogar o en el jardín, sino con nuestro corazón bien adherido al Inmaculado Corazón de María.
Lo que equivale a decir, practicando seriamente nuestras obligaciones de piedad y ajustando cada día nuestra vida, nuestras costumbres y nuestra conducta a la Ley de Dios.
Haciendo eso, en primer lugar, para amar más y mejor a Nuestra Señora.
Pero también, para que en los posibles cataclismos desde hace tanto tiempo anunciados por la Madre de Dios podamos contar con su invalorable socorro. ¡Ella es el “Auxilio de los cristianos”!
A tiempo: también una imagen de San Antonio...
P.S.: Habíamos concluído la redacción de este post, cuando recibimos la fotografía que aquí vemos, también reveladora de una extraordinaria protección.
Fue tomada después del mismo devastador incendio de Breezy Point, Queens y muestra, una imagen de San Antonio, salvada de las llamas.
¡Que él nos proteja, como protegió a su venerada imagen!
Portada del sitio Formación católica Conoce tu Fe
¿Un mensaje, un comentario?