Gira de las TFPs en Europa

Ánimo provida y furia proabortista

“No ofendan más a Dios Nuestro Señor que ya está muy ofendido”: Tales fueron las últimas palabras de la Virgen María en sus apariciones de Fátima, en 1917. Durante dichas manifestaciones sobrenaturales, la augusta Mensajera de Dios dejó en claro que los pecados del mundo acarrean grandes calamidades. Una de las tragedias que Ella mencionó, y que podría realizarse en caso de que la humanidad no atienda Su maternal llamado, es que “varias naciones serán aniquiladas”. Difícilmente podría sonar más duro el anuncio en boca de la más amorosa de las madres.

Sin temor a equivocarnos, afirmamos que uno de los pecados que más ofende a Dios es el aborto, verdadera matanza de bebés inocentes, amparada por las leyes de muchos pueblos. ¿La práctica y la tolerancia social de ese pecado pesará para definir qué naciones serán aniquiladas y cuáles no? Es posible; sólo Dios lo sabe. Como católicos que deseamos tomar en serio el Mensaje de Fátima, no podemos dejar de hacernos esa pregunta, y de actuar en consecuencia.

Aprovechando la repercusión internacional que ha tenido la anulación de la vieja sentencia norteamericana Roe vs. Wade, que declaraba al aborto como derecho constitucional implícito, voluntarios de Acción Estudiantil TFP – Europa se lanzaron por las carreteras para defender a los no nacidos, recorriendo ciudades de Alemania, Países Bajos y Bélgica.

Acción Estudiantil TFP – Europa es una iniciativa conjunta de la Sociedades de Defensa de la Tradición, Familia y Propiedad (TFPs) del Viejo Continente.

El mensaje era claro: “Rece y actúe para acabar con el pecado del aborto”.

Nada más pacífico que un grupo de fieles rezando el rosario pidiendo a Dios el fin de ese pecado. Sin embargo, una vez más quedó demostrado que Jesucristo y su Ley son signo de contradicción (v. Lc 2, 34; Mt 10, 34-36), moviendo a algunos al amor entusiasmado, y a otros al rechazo. Así como hubo quienes odiaron a Nuestro Señor hasta el punto de matarlo, así también el simple hecho de proclamar que el aborto es un pecado que debe cesar, desató furias que no dudamos en calificar de infernales.

Dejemos que nos lo relate Ross Van Deventer, uno de los jóvenes voluntarios que participaron de esta gira. A partir de aquí su informe.

*

En la capital de la Cristiandad

La campaña de apertura fue en Aquisgrán, Alemania, cerca de la histórica catedral donde se honran los restos del emperador Carlomagno. Desplegar nuestro estandarte frente a la Rathaus, el antiguo ayuntamiento, atrajo a proabortistas que se empeñaron en interrumpir el acto. Pero sus payasadas fueron contraproducentes, porque los transeúntes se sentían tan ofendidos por sus exhibiciones vulgares que muchos se acercaron para recibir nuestros volantes y apoyar la iniciativa.

Rosario público en Aquisgrán, con especial selección de las hostilidades

Proclamando la verdad

La caravana viajó a los Países Bajos para realizar campañas en Ámsterdam, Breda, Bolduque, La Haya, Heemstede, Maastricht y Nimega.

Las reacciones fueron constantes: palabras de apoyo frente a oposición vulgar. En Nimega, uno de nuestros voluntarios debatía en la calle con tres hombres. Gracias a Dios, uno de ellos quedó disuadido de su postura proaborto y dijo: “¿Sabes qué? Tienes razón”. A continuación se puso a argumentar contra el aborto, para sorpresa de los otros dos, que no esperaban tal cambio.

Más tarde, ese mismo día, una mujer proabortista echó ketchup a nuestra pancarta. Mientras ensuciaba el cartel provida, los voluntarios de la TFP corearon: “¿Dónde está tu tolerancia?”. Atónita ante la inesperada interpelación, se mostró avergonzada ante decenas de espectadores y suplicó: “¡No, por favor! ¿Qué hacen? Deténganse”.

La policía apoya a vándalo

La campaña en Ámsterdam fue el plato fuerte. La plaza de la ciudad bullía de gente, un escenario perfecto para el rezo público del rosario. Los izquierdistas se reunieron para tomar represalias contra la oración, pues no soportaban la proclamación pública de la fe.

Cuando terminó el Credo de los Apóstoles, un hombre salió corriendo de entre la multitud y arrancó nuestra pancarta. Gritó, insultó y amenazó. El matón proabortista cogió violentamente nuestra cámara, la lanzó al suelo y la rompió. Finalmente, la policía lo escoltó fuera de la zona.

Transeúntes nos alientan

Mientras tanto, un centenar de partidarios del aborto se reunieron. Blasfemaban y maldecían. Pero a medida que se ensañaban, muchos provida que hasta entonces habían permanecido en silencio decidieron dar su apoyo. “Trabajo para el movimiento provida en Estados Unidos”, dijo un transeúnte; “es un deber cristiano hablar en pro de la ley de Dios”.

“¿Dónde están las mujeres?”, gritó una feminista. En ese preciso momento, una mujer provida intervino y desmontó sus argumentos tan bien que la proabortista aceptó la derrota y se retiró entre la multitud.

Tomas del rosario en Ámsterdam por los no nacidos

En Bélgica

La última campaña de la gira fue en Gante (Bélgica). En una ciudad tan de izquierdas, era de esperar que hubiera oposición. Un grupo de activistas del aborto llegó con banderas del arcoiris profiriendo insultos vulgares.

Asqueado por su lenguaje soez, un peatón les desafió: “¿Qué hacen Uds.? Ellos [TFP] tienen derecho a la libre expresión”.

La noticia se extendió rápidamente: TFP está en la ciudad. Y cuando volvimos a la calle después del refrigerio, una turba mucho mayor de activistas con banderas nos recibió con un sonoro abucheo. Impertérritos, los miembros de las TFPs rezaron tranquilamente el rosario por los no nacidos. Al mismo tiempo, la turba trató de ahogar la proclamación pacífica de la fe con blasfemias y groserías.

En respuesta al Santo Rosario, los antifamilia gritaban repetidamente sus obscenidades. Esto escandalizó a muchas personas que paseaban por la plaza. También provocó que muchos aplaudan la audaz postura provida de nuestros voluntarios. La neutralidad se tornó imposible. Había que elegir un bando. El lado de la verdad o el de la vulgaridad. El de la oración o el de la blasfemia. El de la virtud o el del pecado.

Una pareja de edad avanzada, proaborto, quedó tan escandalizada por la vulgaridad de su propio bando que acabó volviéndose hacia nosotros con admiración. “Discrepamos de Uds., pero los respetamos, y también la forma en que Uds. se comportan”, dijo uno de ellos.

La turba proaborto lanzó huevos y pasó a atacar a los voluntarios. Fue entonces cuando la policía belga intervino con perros y porras para alejar a los activistas pro LGBT.

La sociedad ha caído tan bajo que el mero hecho de defender el derecho a la vida en algunas ciudades requiere protección policial con perros de ataque y garrotes.

Únase a la cruzada por la familia

La caravana generó un renovado interés entre quienes se sienten aislados y desanimados por la crisis moral que socava la sociedad. Estudiantes de otras partes de Europa invitan ahora a las TFPs de sus países a visitar sus ciudades y realizar manifestaciones en sus campus universitarios.

La cruzada provida no se detendrá. Confiando en la gracia de Dios y en la poderosísima intercesión de la Santísima Virgen María, Acción Estudiantil TFP – Europa continuará la cruzada por la familia con más entusiasmo, coraje y devoción. Con gran confianza, los que luchan en esta cruzada espiritual por los valores morales nunca retrocederán, sino que marcharán hacia adelante bajo el estandarte de la Tradición, la Familia y la Propiedad.

Nada te turbe;
nada te espante;
todo se pasa;
Dios no se muda,
la paciencia
todo lo alcanza.
Quien a Dios tiene,
nada le falta.
Solo Dios basta.

—Santa Teresa de Ávila.











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